MI VIDA SIN TI

Hace un año, cuando tomé la decisión de salir de la casa, me preguntaste totalmente desconcertado que por qué hacía esto, y te atreviste a preguntar: "¿Qué no te acuerdas de todo lo que hemos construido juntos?" Pfff... me hiciste sentir como si todo me lo hubiera inventado yo. Entonces te contesté: 

“Estoy harta de tus manipulaciones, tus humillaciones, tus chantajes, tus burlas, tus insultos, tus agresiones y de toda tu violencia. Dijiste que me alejara de ese loco violento que tanto decía yo que eras. Y ahora, ésta soy yo haciéndote caso. A partir de ahora ya no tendrás más contacto conmigo y todo será a través de abogados, adiós.”

Corrí al interior de mi refugio, la casa de mis papás, y cubierta de lágrimas solté un grito que había acumulado a lo largo de catorce años. Pero no fue suficiente para liberarme del dolor, así que abrí la computadora y comencé a escribirte una carta, misma que me juré nunca publicar, compartir y mucho menos dártela. Esa carta la titulé: “NO TE ACUERDAS”. Y ahí nombro cada una de las cosas que, según yo, tú no te acuerdas. Cada evento de abuso, cada omisión tuya, cada mentira, todo está escrito ahí; junto con una lista de más de 125 abusos que sufrí a tu lado. Y, ¿por qué la escribí si nunca la iba a publicar o te la iba a entregar? Pues porque lo hice para recordarme a mi misma el infierno que viví a tu lado, y así, no regresar jamás. 

Hoy se cumple un año de la última vez que te dirigí la palabra, hoy su cumple un año de esa carta. Y me siento tremendamente orgullosa de todo lo que he crecido y aprendido en estos meses sin ti. Han sido tantas cosas que, creo, este relato se quedará corto. Este escrito, por supuesto que no lo hago para que lo leas, lo escribo e incluso me atrevo a publicarlo por mi y para mí. Para nunca olvidarme de este viaje que, aunque sé que todavía no termina, ¡vaya el arranque que tuvo! 

En este último año de mi vida, aprendí que es posible vivir sin ti. No eres indispensable, ni necesario en mi vida. Descubrí el gran valor que yo puedo aportar en una relación y que no es mi responsabilidad que tú no lo hayas podido ver. Entendí que en donde no hay paz y serenidad, ahí no es. Y que esto aplica para todo. Me di cuenta de que yo era una mujer llena de dones muy increíbles, que antes no veía por tener una nube con tu nombre encima, pero ahora que no estás y todo se ha despejado, puedo ver que soy una mujer llena de gozo, de amor, de fortaleza y capaz de tomar decisiones por sí misma. Este tiempo soltera me ha abierto los ojos a mis verdaderos sueños, transformó por completo mi sentido de vida y pude ver con tremenda claridad que hay muchísima gente que verdaderamente me ama. SOY AMA-BLE Y MEREZCO SERLO SIEMPRE.

He descubierto lo feliz que puedo ser. Aquellos episodios depresivos o crisis de ansiedad que llegué a padecer estando contigo, no eran más que evidencia del daño que me hacías. Pues ahora, a pesar de tener días ajetreados, problemas encima o eventos caóticos que puedan llegar a atormentarme… NADA opaca mi corazón agradecido y alegre. Soy consciente de que todo pasa, todo termina, todo cambia y que justamente eso, la impermanencia es lo unico permanente. Por lo que he logrado disfrutar cada segundo de esta impermanencia. Incluso en los momentos de turbulencia, confiada en mi fortaleza y capacidad de salir adelante, decidí atravesar el dolor como va. Completo, sin resistirme. Si tenía que llorar, lloraba. Si necesitaba psicoterapia o psicofármacos, lo tomaba. Si necesitaba liberar adrenalina, lo hacía corriendo. Si necesitaba hablar, le llamaba a mis amigos o a mi familia. Si necesitaba tiempo sola, me encontraba conmigo misma. Y sí, justo eso, aprendí a tener citas románticas conmigo misma. Nunca me contuve en nada, sólo lo dejé fluir. Además, también lo puse en manos de Dios y, ¿te digo algo? SÉ EN QUIÉN HE PUESTO MI CONFIANZA. 

Este año ha sido intensísimo, pues todo se ha sentido muy fuerte, a la máxima potencia. Tanto el dolor, como la alegría. Pero si algo puedo confirmar de estas experiencias, es que definitivamente hay que atravesar el desierto para llegar a la tierra prometida. 

Hoy abrazo a aquella mujer echa bolita llorando a mares. La abrazo y le susurro amorosamente al oído: “esto se va a acabar más pronto de lo que crees”. Hoy me felicito a mi misma, como el meme de Snoop Dogg, jajaja pero me felicito y me aplaudo de pie, porque he salido adelante con mis niñas. Sí, a veces caminando derechita y con dignidad, a veces chuequita y enseñando mis moretones… pero siempre caminando, nunca me detuve. Porque nada me detiene. Pues a pesar de que me golpeaste durísimo el alma, tengo clarísimo quién soy; conozco mi identidad, mis heridas y mis sueños. Y ese conocimiento de mi misma me ha dado una libertad y plenitud que no sabía que podía alcanzar. 

A un año de tener contacto cero… reconozco que yo no sabía con quién estaba. Pero te informo que tú no sabías con quién pelearías. Pues al desintoxicarme de ti, puedo encontrarme en mi esencia más pura y auténtica. Y justamente ese encuentro, es el mejor aprendizaje y descubrimiento que tuve en este último año de mi vida. 

MI VIDA SIN TI, SE CONVIRTIÓ EN EL ENCUENTRO CONMIGO.