El beso de Judas
- De Lágrimas a Canciones
- 29 may 2024
- 7 Min. de lectura
Lo peor para un psicópata narcisista es una persona empática que entiende de psicología oscura, pues es el único tipo de persona capaz de poner en palabras su naturaleza real; y con ello, desenmascararlo. Sin embargo, lo que para la víctima es su red de apoyo; para el psicópata es su clan de monos voladores. Ya que éstos se encargarán de impedir que la víctima le quite la máscara a su rey, dios y señor del mal.
La expresión nace del cuento del Mago de Oz, en donde, la reina malvada tiene su grupo de monos voladores que le ayudan a cumplir sus planes. Este término, se utiliza en la jerga psicológica para describir las tácticas manipuladoras y las excusas irracionales que algunas personas utilizan para evadir la responsabilidad del narcisista sobre sus fallas. Son como distracciones que se arrojan al aire para desviar la atención de la situación real o para culpar a otros; y así, mantener su control y manipulación sobre los demás. Son perfectos para inculpar a otros por cualquier problema o conflicto que surja. Es decir, son personas que rodean al narcisista, que lo apoyan y que incluso, hacen el “trabajo sucio” por él.
¿Por qué una persona se convierte en un mono volador?
Por la identificación proyectiva ejercida por el propio psicópata narcisista. Es decir, el PN proyecta en el posible mono todas sus inseguridades y miedos… mismos que nacen de heridas de abandono, rechazo y humillación. Esta persona se identifica con éstas y las introyecta. Posteriormente, el PN comienza a devorar y depredar la fuerza de voluntad y el libre albedrío de la persona, hasta que lo convierte en su títere, su marioneta… SU MONO VOLADOR. Cuando el mono se equivoca de movimiento y no actúa bajo el control y sometimiento del PN, éste le castiga, le culpa y le recuerda lo grande y valioso que es. Así que, después de un tiempo, el mono simplemente actúa desde el miedo al otro.
Y quizás estés leyendo esto con cara de: “qué locura! eso existe?” JAJAJA SÍ!!! Imagínate vivirlo.
Pues en mi caso, el psicópata que me tenía secuestrada, tenía a su merced MUCHOS monos voladores. Entre ellos, su propia familia o amigos. Eran como una manada de OSOS SALVAJES, mientras el psicópata se comportaba como un AVESTRUZ que sólo escondía su cabeza en el hoyo mientras los demás llevaban a cabo el trabajo sucio.
Todos estos personajes perversos me amaban cuando yo era pareja del psicópata, porque claro, yo era el suministro emocional que necesitaba el loco y así ellos descansaban de su violencia e ira descontrolada. Me aventaban al ruedo sin armas, me dejaban sola al centro y luego me preguntaban que por qué aguantaba tanto. Imagínate, su familia diciéndome: “¿qué haces con él?” “no lo necesitas, huye” “pobrecita, que Dios te bendiga” “perdónalo, ya va a cambiar”. Sinceramente, yo siempre sentía que ellos le ponían curitas a mis fracturas. Y aunque éstas no me pegaban de nuevo, yo imaginaba que era con buena intención… ahora sólo veo que lo hacían para cubrir los actos de su rey. Lo hacían por él, no por mí. Lo hacían para manipularme y no por un verdadero interés nacido de la empatía hacia mi dolor. Y si nos inspiramos en la escuela kleiniana del psicoanálisis podríamos pensar que estas actitudes de los monos voladores nacían a partir de una posición esquizoparanoide en donde parcializaban la realidad de acuerdo a los términos del PN. En este estado mental fragmentado, la persona siente miedo hacia la persona odiada. Es decir: “Odio al narcisista por tenerme como su títere, pero como lo odio… le temo. Le temo porque éste podría reaccionar en mi contra si decido cortarme los hilos”. En este sentido, la lógica aplica por igual a la víctima del PN: “Odio a la víctima por haber salido del vínculo traumático y dejar al PN enloquecido de rabia en mi entorno, le temo porque ella es quien nos puede desenmascarar a todos”. Este temor a la retaliación puede distinguirse con el nivel de carga de odio que se tiene hacia el objeto o sujeto. Ahora bien, es importante mencionar que la idealización también es una clásica y esperable expresión de la posición esquizoparanoide, pues implica sostenerse en una visión completamente parcial de la realidad y al no lograr sostenerla, se vuelve amenazante y agresiva. Y es que hace completo sentido cuando vemos cómo idealizan al PN pero envidian a la víctima. La envidian por haber logrado salir de aquel infierno y ellos no.
Me atrevo a describir la envidia con la mirada de Melanie Klein, como ese deseo de destruir por el simple gusto de destruir. No son celos, en donde "te quiero quitar aquello tuyo para hacerlo mío." Es envidia, pues "quiero quitarte aquello tuyo por el puro gozo que me dará el destruirlo. No puedo soportar la idea de verte disfrutando ese algo. Necesito destruirte. Destruir tu libertad. ¿Por qué te fuiste y nos dejaste al rey psicópata?"
En fin… así de tristes y lamentables son los monos voladores. En mi caso, algunos de ellos, ya me demandaron por estupidez y media. Y al ir a la audiencia en el juzgado, me encontré con la mona voladora mayor. Imagínate a la coordinadora general del sindicato de monos voladores del rey y señor psicópata narcisista integrado. La verdad, yo ni la voltée a ver, su existencia me da exactamente lo mismo. Pero, ella, completamente fragmentada y enloquecida…. llegó a abrazarme. ¿Puedes creerlo? ABRAZARME. Después de meterme una demanda y difamarme. Ella sólo me abrazó y me besó…. ¡¡¡¡IUGH!!!!
TAN PATÉTICA COMO JUDAS EL TRAIDOR.
Como sabes, este blog es parte de mi proceso de sanación y hoy me atrevo a redactar un texto en extremo personal en donde narro todo lo que surgió en mi mente después de ese momento tan… dificil de creer.
Querida mona voladora mayor:
Llegaste y me abrazaste. Comenzaste con tus lágrimas de cocodrilo y tus besos pegajosos en mi mejilla izquierda, yo completamente paralizada en la repugnancia que me causaba tu hipocresía. Intenté hacerme hacia atrás y tú me jalabas mis hombros para forzar el abrazo más falso que jamás haya sentido mi cuerpo y mi corazón. ¿Cómo te atreves a ser tan invasiva? Por fin te despegaste de mi y dijiste: "¡cuánto te he extrañado hermosa! ¡¿Cómo has estado?!" Pffff…. Yo en silencio, sin poder creer lo surrealista que era tu actuación. Continuaste con la pregunta más pendeja que podías hacer:
“¿Qué nos pasó? Si tú y yo sí nos queríamos”.
JA! ¿qué nos pasó? ¿En verdad quieres que te conteste eso? Pensé muchas respuestas, ahí te van algunas:
¿Qué nos pasó? Criaste a un psicópata narcisista y él me depredó. Eso nos pasó.
¿Qué nos pasó? Dejé de ser el suministro emocional del rey de tu manada y ahora serás tú quien tenga que soportarlo. Lo educaste mal, ya no lo quiero, gracias.
¿Qué nos pasó? Olvidaste todas aquellas ocasiones en las que yo llegaba llorando a tu casa por haber sido violentada. En varias de éstas me llegaste a preguntar si él me pegaba o me trataba mal, y en todas y cada una de ellas, la respuesta fue SÍ. Y te consta, porque estuviste presente en varios eventos de abuso. Pero, al parecer se te olvidó, porque en tu testimonio… yo soy la loca que inventó todo, ¿verdad?
¿Qué nos pasó? Te dio miedo tu rey y señor… y preferiste encubrirlo.
¿Qué nos pasó? Cada que yo te contaba la violencia que vivía con el PN terminabas llorando pidiendo perdón y diciendo que le pedías a Dios que me iluminara para seguir siendo fuerte, valiente y paciente. Y, ¿qué crees? Dios me iluminó y me hizo ver que esos comentarios tuyos eran revictimizantes. Entonces, en vez de contarte a ti, le conté a mi familia y ellos sí me rescataron.
¿Qué nos pasó? Que yo abrí los ojos y salí de ahí… mientras tú sigues atada de manos bajo los perversos hilos del psicópata.
¿Qué nos pasó? Que descubrí lo fuerte que soy.
¿Qué nos pasó? Que hueles feo. Tú y toda tu tribu apestan. Son realmente insoportables y miserables.
¿Qué nos pasó? Que me cansé de ustedes y sus perversiones.
¿Qué nos pasó? Que dejaste de ser importante para mi, porque hoy puedo ver tu verdadera esencia y naturaleza. Hoy veo, claramente, cómo aúllas y chillas, desesperada y arrinconada, con miedo y pánico de que tú y toda tu familia sean desenmascarados. Es curioso, les perdí el miedo y descubrí que son ustedes quienes me temen a mi.
Pensé eso y más, de hecho, los 15 años que llevo de conocerte pasaron por mi mente mientras veía tus lágrimas falsas y tu ridícula sonrisa. Un increíble cinismo disfrazado de amor, mismo que me provocó náuseas todo ese día. Y en medio de todas estas imágenes aterradoras y enloquecedoras… sólo pude decirte:
"¿qué nos pasó? Me demandaste y ahora estamos aquí”.
Te quedaste callada, abriendo al máximo tus ojos, pues no esperabas mi respuesta. Y te fuiste por la salida fácil… hacerte la que no sabías.
"¿Cómo crees? ¡Si yo no sabía por todo lo que estabas pasando!”
Ahora si señora, ¿qué crees? aprendí a no quedarme callada. Y con esta fuerza y seguridad, contesté sin titubeos:
“Eso no es verdad, a ti te consta toda la violencia que sufrí con él durante tantos años”.
Entonces, dos cosas sucedieron al mismo tiempo en ese mágico y bellísimo instante:
La primera, te dejé como debes estar: CALLADITA, PORQUE MIENTES.
La segunda, el psicópata apareció caminando con aires de grandeza detrás de ti y al escucharme, bajó la mirada al piso y se dio la vuelta para evitarme. ¡Claro! Ahora si se va, ¿verdad? Que impresión cómo le temen a la verdad. Y, ¿adivinen qué? Yo diario me visto con la verdad.
Qué hermoso momento en donde decidí contestarte sin expresión emocional, enfocándome en los hechos, dejándote callada y simplemente... me di la vuelta y no miré atrás.
Ya no hay vuelta atrás. Su juego se acabó.
Y que te quede bien claro… no me puedes volver a besar. Qué asco.
.......
PIEDRA GRIS
Si eres víctima de abuso psicopático y te encuentras frente a un mono volador. Puedes aplicar la técnica de la Piedra Gris. Es la mejor manera de protegerte. "Piedra gris" se refiere a mantener una actitud de desapego emocional al interactuar con un narcisista o con algún mono volador. Para lograrlo necesitas establecer lìmites claros y no ceder a manipulaciones. No reacciones emocionalmente. Comunica de manera clara y directa enfocándote en hechos. Evita alimentar su ego con halagos o críticas. Prioriza tu bienestar emocional, esto puede significar tomar distancia. Y por último, recuerda que mantener la técnica de la "piedra gris" puede ser desafiante. REQUIERE MUCHA PACIENCIA Y PRÁCTICA.
Si llegaste hasta aquí, gracias por leerme! No olvides que en mi pág web, en el apartado de recursos, puedes encontrar herramientas gratuitas digitales para salir de ciclos de abuso y/o relaciones tóxicas. Encuéntrame en IG como @delagrimasacanciones y si necesitas algo, envíame un DM.
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CIAO!
Esther.
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